Navidad con sabor a trabajo: la barra libre toma forma

¡Feliz Navidad, familia y amigos!

Hoy hemos vivido un día de Navidad un tanto atípico, por lo menos para mí, Sergio acostumbre a trabajar estos días jajaja. Mientras la mayoría de la gente disfruta del descanso y la calma de estas fechas, nosotros nos lanzamos de lleno al trabajo, porque ya no nos queda tiempo. Pero, claro, cuando eres empresario y estás a punto de casarte, los festivos son perfectos para avanzar en esos detalles que no pueden esperar.

Por la mañana, nos enfrentamos a un imprevisto que amenazaba con alterar nuestros planes. Aunque al principio parecía complicado de resolver, se obró lo que podríamos llamar un «milagro navideño». Resulta que la solución estaba más cerca de lo que pensábamos, en Guadix. Roxana, con su espíritu resolutivo, tomó las riendas, y en un abrir y cerrar de ojos, estábamos de vuelta con el problema solucionado. Esa mañana nos disponíamos a Baza para recoger el vestido y llevarlo a la modista en Guadix, porque Roxana y su madre nos dieron luz verde: la modista nos dijo que fuéramos con todo para probarlo puesto y hacer mejoras. Total, que fuimos a Baza, hicimos un Tangram con las tarimas de madera del restaurante, para finalmente terminar pintando el esqueleto de lo que sería la barra libre en la tablet. Mientras, mi tía me traía el vestido, con los tacones  y sobre las 15 nos íbamos a Guadix.

A las 16:00 estábamos 6 mujeres metidas en un salón, yo vestida de novia y el resto dando luz al problema, que adivinad qué, casi me mata de un estrés el día de antes, a mí y a mi abuela. Aquello parecía una escena de Cuéntame cuando Merche tenía la tienda de costura e iban todas las vecinas a dejarle cosas y a pedirle opinión.

Con dos ovarios, la modista cogió el toro por los cuernos y se ha quedado con lo mío para arreglarlo. Yo hay cosas que no sé como agradecer… A la vuelta a Granada se lo decía a Sergio, que me estaba sintiendo muy arropada y muy cuidada por un montón de personas y no sabía como agradecerlo…

El resto del día lo dedicamos a trabajar en lo que será uno de los momentos más esperados de nuestra boda: la barra libre. Junto a la escuadrilla de la noche anterior (menos mi madre y Lobi, que se tomaron un descanso), comenzamos a montar los primeros elementos técnicos y a planificar el espacio (siguiendo con los esquemas dibujados). Aunque no podemos desvelar todos los detalles, os adelantamos que estamos preparando algo realmente especial que hará que nuestros invitados recuerden este momento como único. Julio cada vez que nos ve nos dice que estamos locos, que se nos está yendo la boda de las manos, pero es que Julio no sabe todo lo que falta…

A pesar de ser un día de mucho trabajo, hubo risas, bromas y ese ambiente festivo que nunca falta cuando estamos rodeados de las personas que queremos. Nos acostamos con la sensación de haber aprovechado al máximo esta Navidad tan diferente, pero sobre todo, agradecidos y emocionados, y si yo lloro ese día vosotros tendréis la culpa porque esto ha sido un trabajo en equipo que ninguno de los dos nos esperábamos…

Gracias de corazón…

Pd: La gente está empezando a resfriarse jajaja yo sigo con mis gotas de equinacea y propoleo que me ha recomendado la madre de Sergio.

Un abrazo navideño de Sergio y Lucía 🎅🎄✨

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *