¡Hola, familia!
Hoy hemos sentido la presión de todos los preparativos acumulados, pero también hemos experimentado la magia de contar con un equipo que nos apoya en cada paso. Después de unos días de actividad frenética, este 26 de diciembre nos ha dejado claro que estamos entrando en la recta final hacia nuestra boda.
La jornada comenzó temprano, con Sergio y yo organizando las tareas pendientes, en cada viaje a Baza nos llevamos cosas y/o compramos otras. La lista era interminable: remates de decoración, ajustes técnicos, y avanzar en detalles que todavía estaban a medias. Pero, por suerte, la familia vino al rescate.
El «equipo Corpus» (mi abuela Encarna, Ana Belén, José, Óscar, mi prima Corpus y Benito) fueron apareciendo en Las Conchas, y lo que podría haber sido un día caótico se convirtió en un ejemplo de trabajo en equipo. Cada uno asumió una tarea, y en cuestión de horas, habíamos logrado avanzar muchísimo. Desde ajustar los centros de mesa hasta organizar el material de la ceremonia, todo iba cobrando forma mientras las risas y las anécdotas fluían. Tanto que nos fuimos de allí porque ya no podíamos avanzar más sin las cosas que quedan por llevar (que cuando Julio las vea se caerá de espaldas…)
Óscar y Mini Corpus, en particular, se ganaron nuestro cariño con su disposición a ayudar en todo lo necesario. Que nos acompañaron toda la tarde, y sobre todo nos ayudaron en cosas que claramente nosotros no podríamos pararnos a hacer si queremos que todo lo demás esté listo.
A medida que pasaba el día, Sergio y yo no podíamos evitar sorprendernos de lo rápido que avanzábamos. Incluso tuvimos tiempo para bromear sobre lo «organizados» que estamos, teniendo en cuenta que hace apenas unas semanas estábamos en modo «aún queda tiempo». Ahora, cada paso que damos nos acerca más al gran día, y aunque el cansancio se nota, también sentimos una enorme gratitud hacia todos los que nos están ayudando a hacer realidad nuestra visión.
Cuando terminamos nos llamaron Eu y Ro para ir a cenar con ellos a Guadix unas pizzas que nos dieron la vida.
Nos despedimos soñando (a veces literalmente) con lo que aún nos queda por preparar, pero seguros de que, con este ritmo, llegaremos al 29 con todo listo y muchas ganas de disfrutar.
Mañana vamos a dar mil vueltas y a hacer parada en diferentes puntos de Granada, Guadix y Baza, para los preparativos y además ya con citas para empezar a «arreglarnos» nosotros y/o los coches…
Un abrazo lleno de cariño y emoción,
Lucía y Sergio