¡Buenas noches, familia y amigos!
Os cuento un poco, así en orden, cómo ha ido el día de hoy, porque no hemos parado.
Hace exactamente 17 días que pedimos los regalos para los invitados, y aunque no es que estuvieran perdidos, como hemos estado tan poco en casa esta última semana, no nos podían dejar el paquete. ¡La buena noticia es que ya han llegado!
Por otro lado, Sergio ha metido en agua las flores que compró el otro día en el vivero. Me encantaría poneros una foto, pero si la comparto os daría demasiadas pistas de lo que vais a ver, y no quiero estropear la sorpresa, jajaja. Cuando pase la boda os prometo que os enseñaré todo el making of. La casa ahora parece una especie de jardín improvisado, con cubos de flores por todas partes. La verdad es que es bastante bonito y además huele genial. Por donde vayas, te encuentras algo nuevo relacionado con la boda, jajaja.
En cuanto a la lista de invitados, se han caído dos personas nuevas. No pasa nada, estas cosas pueden pasar. De hecho, siempre digo lo mismo cuando acompaño partos: si no nos da tiempo a llegar ni a la matrona ni a mí, es porque ese bebé tenía que nacer de esa manera y punto. Pues con la boda, igual. Nos acordaremos de ellos, claro, pero ya está.
Novedades como tal no hay muchas más por hoy, porque hemos estado en casa trabajando. Eso sí, a estas alturas, ya me duele hasta la cabeza de ir recordando tantas cosas pendientes. Entre la boda y el trabajo, se me olvida que la semana que viene es Nochebuena y Navidad… ¡una locura!
Os dejo también algún «cotilleo» del calendario semanal, porque seguro que os gusta estar al tanto de los avances que quedan por hacer. ¡El miércoles nos casamos! Oficialmente, me refiero, en el ayuntamiento. Pero no os penséis que va a ser gran cosa: será ir, firmar y listo. Eso sí, hemos quedado con mis amigas (las doulas) porque querían desayunar con nosotros, pero después… volveremos a trabajar y/o a seguir organizando algo de la boda, jajaja.
Mañana también hay plan: recojo mi vestido, y una hora más tarde vamos al sastre para que Sergio se pruebe su traje. ¡Ah! Y de paso, recogemos también sus zapatos.
¿Qué más? Probablemente esta semana vayamos a comprar algunas cosas para la ceremonia, que, sinceramente, es la gran olvidada. Jajaja. Además, tenemos que hacer un pedido en Amazon, porque siempre queda algo de última hora.
El sábado por la mañana será la prueba de peinado y maquillaje, y no os voy a mentir: lo voy a pasar regulinchi si me ponen mucho potingue. Parece que va a durar unas 3 o 4 horas, pero me gusta la idea porque es una amiga de una amiga que se dedica a esto, y el día de la boda vendrá “a casa”, lo cual me parece súper cómodo. Ya os contaré qué tal va todo y os haré fotos de cada detalle.
En fin, por hoy lo dejamos aquí. Vamos a cerrar los ordenadores y a cenar, que ya es bastante tarde. Mañana os cuento más cositas, ¡seguro que habrá novedades!
Un abrazo enorme y buenas noches. 😊