¡Buenas noches, familia y amigos!

Hoy os escribo con villancicos flamencos en los auriculares para que Sergio no me mate, jejeje. Toca hablar, no del menú (porque no vamos a hacer que Ana y Alejandro, los cocineros de Las Conchas, se adapten tanto a la temática navideña), sino de algo que tenía clarísimo desde el momento en que decidimos que la boda sería navideña: ¡tenía que haber lo que a todos los niños les pierde en Navidad… los dulces!

Como buena bastetana, orgullosa de las costumbres familiares con las que he crecido, no podía faltar hablaros de los dulces de mi pueblo. Hoy en día, cualquiera puede ir al Mercadona a por mantecados y turrones, pero quienes vienen de fuera de Baza seguramente no habrán probado esas bandejas de dulces que mis abuelas preparaban con tanto mimo. En mi caso, siempre he caído con los hojaldritos de Zuñiga, que tienen su truco. Una empieza comiéndose los «rotos» de la caja porque los bonitos se reservan para quienes vienen a pedir el aguinaldo a casa, y eso es una trampa mortal, porque te acabas comiendo toda la caja.

Otra delicia son los rosquitos de anís, pero no los que llevan azúcar glas o normal (aunque esos también están buenísimos), sino los blancos duros de toda la vida. Esos que los bebés mordisquean sin romperlos porque son tan duritos que no se «espiscan». También debo decir que los mantecados del Mercadona nunca podrán compararse con los que hace una panadería…

Habrá muchas más cosas porque, como suelo decir, «se nos ha ido de las manos con los bollos». Mi familia siempre ha sido así: sabemos cuándo empezamos a comer, pero nunca cuándo terminamos… ¡la única solución es irse a dormir, jajaja!

A Sergio al principio le hacía mucha gracia porque, cuando nos conocimos, él pensaba que no era de Baza. Creía que tendría familia allí, pero que yo era más de ciudad. Es cierto que crecí en Granada, pero todas las Navidades, veranos y fines de semana alternos en Baza me han marcado mucho. Cuanto más mayor me hago, más me gusta mi pueblo y más orgullosa me siento de él. Sergio, nunca pensó que yo pudiera ser tan «de pueblo», pero lo empezó a notar cuando íbamos juntos a bodas y yo le pedía que pusiera música de verbena para animar a la gente, jajaja.

Volviendo a los dulces, como dice Julio, el dueño de Las Conchas: «Lucía, tu familia es de pasteles de Caniles». Y sí, efectivamente, también habrá pasteles de Caniles. Esto es porque mi tía, que se vino arriba, decidió añadirlos. Sergio y yo queríamos algo ligero para que no sobrara comida, pero… bueno, digamos que la boda ha crecido en todos los aspectos, y como buena galga no me voy a quejar… jajaja.

Al principio, solo iba a haber una gran mesa de dulces navideños del pueblo, pero luego mi tía añadió los de Caniles (por tradición familiar, ya que el pastelero es de la familia), y para rematar, Mari y Blas (los conoceréis en «Nuestros proveedores») quisieron participar en la boda con una de sus increíbles mesas dulces. De verdad, son espectaculares, y os recomiendo que llevéis algo para la digestión porque va a ser un festín, jajaja.

Por si fuera poco, hay una sorpresa preparada que no es una tarta nupcial, pero que nos hace mucha ilusión. Es algo que personalmente me encanta y no he visto en muchas bodas. Tendréis que esperar al día 29 para descubrirlo, porque no pienso soltar prenda.

Una pequeña aclaración antes de despedirme

Sergio y yo teníamos clarísimo que no queríamos una tarta de boda, aunque Julio insiste en que cortemos algo (esperemos que no sean cabezas, jajaja). Preferimos que la boda siga siendo navideña tal cual la hemos imaginado, y eso nos llena de ilusión.

Dicho todo esto, hoy me despido aquí. Mañana volveré para hablaros sobre la música que sonará en la boda, y, si todo va bien, intentaré subir la lista de Spotify a la web. No prometo nada, porque organizar una boda en dos meses ya es un reto, pero si a eso le sumas sacar vídeos de la productora, páginas web de otros clientes, tiendas online, sesiones de fotos navideñas y edición de reportajes de partos… bueno, digamos que el tiempo es oro, ¡pero lo intentaré!

Buenas noches, familia, y recordad rellenar el formulario para que podamos organizar las mesas y avisar al restaurante sobre los platos principales. ¡Gracias!

Un abrazo de Sergio y Lucía 😊